Esta muestra en el Museo Cabañas ofrece una visión panorámica de la amplia producción de Jesús “Chucho” Reyes Ferreira en la historia del arte mexicano. Está organizada en cinco secciones temáticas: Retratos de un pintor, anticuario; El color en el arte popular; El color en la animalia; El color de lo espiritual y El color de la calavera. Un antecedente es la exposición Chucho Reyes. La fiesta del color, celebrada en el Museo del Palacio de Bellas Artes en marzo de 2018; sin embargo, para esta ocasión se han incluido nuevas obras, otros objetos y algunos documentos que dan cuenta de la época del artista.
José María Estrada, destacado pintor del siglo XIX; José Guadalupe Posada, el grabador popular, y José Clemente Orozco, el pintor de mujeres y escenas de cabaret, son las fuentes plásticas nacionales en la labor creativa de Reyes Ferreira, pero también lo son Georges Rouault y Marc Chagall, dos coloristas de primer orden. En las figuras de payasos, arlequines y ramos florales del tapatío, es posible rastrear en su formación autodidacta su filiación expresionista y fauvista en virtud de su admiración por ambos pintores franceses.
Chucho Reyes es considerado un ejemplo de estética para artistas como Mathias Goeritz y Juan Soriano, y de arquitectos como Luis Barragán, quienes aprendieron de su amigo pintor, el uso de color, la luz, las formas, los materiales y las texturas para incorporarlo en sus proyectos modernos.
La exposición traza un registro visual y acaso los modestos ideales del pintor y anticuario (quien no se consideró verdaderamente como un artista) que se solaza en la pintura, la escultura, en la suma privada del arte popular mexicano que lo acompaña a lo largo de su trayectoria y que le confieren un lugar destacado en nuestro arte.
Arturo López Rodríguez
Curador