Desde el viernes 12 de noviembre de 2021 se exhibe en la Sala 5 del Circuito Sur un conjunto de piezas de mediano formato realizadas en 2017 por Alejandro Ramírez Lovering, en un ejercicio personal de exploración plástica. Este proyecto surgió del interés de Alejandro en atender el lenguaje de la abstracción, aunque en algún momento de su carrera pintó algunas piezas en ese camino, él considera no lo explotó suficiente, porque siguió en lo figurativo desde principios de los noventa. Entonces le fue preciso volver a lo abstracto con la intención profundizar también en la técnica del uso del óleo.
En fácil NO difícil, también buscó sumar materiales poco usados en estos menesteres plásticos y decidió usar esmalte alquidálico vertido de manera directa en la tela, además del acrílico, y aunque la elección de la gama de colores fue circunstancial, la similitud de algunos tonos se convirtió espontáneamente en un hilo conductor.
Partiendo de la afirmación de Clement Greenberg (Estados Unidos, 1909-1994; crítico de arte estadounidense relacionado con el movimiento de expresionismo abstracto de su país) quien decía que la pintura tenía que seguir una evolución de purificación, que las referencias externas al cuadro, es decir, cuando se pintaban cosas reconocibles era de alguna manera una falta de pureza, él consideraba que el cuadro es un universo en sí mismo y debe ser suficiente, así que a través de una propuesta de composición, colores y formas puramente formales no se va a llegar a una pintura más pura, y aunque Alejandro no cree que Greenberg tenga la verdad absoluta, sí desea adoptar su postura para de esa forma entender la pintura y jugar con ese concepto para descubrir hasta dónde lo llevará. Y a la fecha considera que no ha terminado el proyecto, no sabe cuánto más tendrá que pintar en lenguaje abstracto para llegar al punto de desea.
Por lo pronto el artista invita a venir a ver fácil NO difícil, piezas espontáneas, desparpajadas, según sus palabras, que dependerá de la visión de espectador que sea fácil, no difícil verlas, o fácil no, difícil enfrentarse a ellas.
Alejandro Ramírez Lovering nació en Guadalajara, Jalisco, en 1969. Empezó su práctica artística de manera autodidacta en 1985 pintando con materiales de bajo costo; trabajó de esta manera y participó con su pintura en varias exposiciones individuales y colectivas hasta el año de 1989, cuando ingresó a la escuela de arte en Rhode Island School of Design en Estados Unidos.
De regreso en México, al terminar sus estudios, Alejandro siguió desarrollando proyectos de arte y se unió al taller Corpus Callosum, dirigido por el curador y artista Guillermo Santamarina entre 1994 y 1995. Más adelante se integró al grupo artístico Jalarte, A. I. Dentro de esta agrupación colaboró en la producción de varios proyectos y muestras de arte contemporáneo y conceptual dentro y fuera de México.
A la par de los proyectos de arte individuales y colectivos, Alejandro se desempeñó como docente y coordinador de cursos de arte contemporáneo y de pintura en varias instituciones a nivel superior por más de diez años. Entre las selecciones en que ha participado se encuentran la residencia artística de Atlantic Center for the Arts bajo la conducción del artista Yishai Jusidman, y la exposición Bienal de Arte del Museo de Monterrey en dos ediciones. Alejandro reside y trabaja en Guadalajara. (https://arlovering.com)
